La luna se ha escondido muy tímidamente tras las esponjosas nubes que, cargadas de gotitas, anuncian caer la lluvia.
Las estrellas apagan sus luces por temor a enfermarse, pues la brisa que visita se ha tornado un poco fría.
En mi ventana las cortinas danzan con el viento y entre susurros me anuncian que un concierto de gotitas me arrullará hoy el sueño.
¡Una linda canción de cuna me cantaría la lluvia!
Esta noche tendré sueños de azúcar y almohadas de caricias, pues las gotitas de lluvia me cantarán notas lindas.
Al rosar por mi ventana suavemente con el viento, las gotitas me decían que tendría dulces sueños.
Al caer sobre los techos, cuando iniciaba el concierto,
se escuchaba que aplaudían las gotitas saltarinas.
Se lanzaban desde arriba y caían en la arena,
Dibujando mi sonrisa y deseando noche buena.
Mientras estaba escuchando, se había filtrado en mi cuarto una suave y fresca brisa que me dejaba caricias.
Poco a poco iba quedando atrapada en las caricias de esa linda melodía que producía la lluvia, y que a mi mente le daba un delicioso descanso.
Poco a poco me envolvía en un tierno y dulce sueño cual fuera el fiel deseo de las traviesas gotitas.
Toledo, Marlin.
17/04/2011.
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